Cuando Croacia derrotó a las Islas Feroe por 3-1, asegurando su lugar en la Copa del Mundo de 2026 con una ronda de anticipación, todo el equipo, ataviado con sus icónicas Camisetas selección fútbol a cuadros rojas y blancas, se movió como un tablero de ajedrez dinámico en la cancha, demostrando una vez más al mundo lo que significa tener un "gran espíritu de una nación pequeña". Los goles de Gevadiol, Musa y Vlasic impregnaron la victoria de un brillo colectivo, pero la cámara se centró repetidamente en la leyenda que vestía la Camiseta fútbol Croacia Comprar: Luka Modric. Dirigió el partido con serenidad durante sus 61 minutos de juego, como si el tiempo se hubiera detenido. Esta fue la séptima participación de Croacia en la fase final de la Copa del Mundo, y para él, personalmente, el torneo del próximo año sería su quinta y última vez vistiendo esa camiseta, luchando por el Ejército a Cuadros.

De joven promesa de 20 años a alma veterana del equipo, Modric, vistiendo la camiseta croata, presenció las dos eliminaciones en fase de grupos, lideró al equipo en una dura campaña en 2018, donde finalmente fue subcampeón; cuatro años después, su resiliencia como el "Rey de la Prórroga" aseguró el tercer puesto. Esa camiseta a cuadros rojiblancos parece una segunda piel para él, testigo de lágrimas y gloria, y forjada en una trayectoria futbolística épica, nacida en la adversidad. Ahora, Croacia ha avanzado una vez más con una sólida actuación, y Modric continúa liderando al equipo como su jugador clave, proclamando en cada toque de balón que la edad no es un límite para los sueños.

El Mundial de 2026 será la despedida de Modric con la camiseta croata. El mundo espera ver si este artista, que ha dedicado su vida a la lealtad y la perseverancia, puede guiar a la selección croata a otro milagro, culminando así su trayectoria mundialista de forma perfecta. Independientemente del resultado, esa camiseta de fútbol número 10 a cuadros rojos y blancos ya no es solo un equipamiento para el juego, sino un símbolo de un espíritu: pertenece a Modric, a Croacia y a todos aquellos que creen que el fútbol es una fe.